“La mujer lo femenino, lo que sostiene, la que da su vientre para el nacimiento es un espíritu y una energía
indispensable y amorosa. NO existe evolución hasta que le demos su lugar a la mujer y a la energía femenina”. Dr. Cabouli
El universo está regido por dos fuerzas en contante atracción. Se habla del Yin y el Yang, del polo positivo y
del negativo, de la fuerza que emite y la que recibe.
Energéticamente, todos los seres humanos, tanto hombres como mujeres, estamos formados por energía masculina y femenina. Según la situación en que te encuentra utilizarás una u otra energía sin darte
cuenta. Si estás con tus hijos o si estás delante del ordenador, seguramente que las energías utilizadas pueden ser muy distintas. Si bailamos al son de la música, dejándonos llevar, la energía utilizada será más femenina, que si estamos subiendo un peso de un lugar al otro.
La energía femenina nos la proporciona nuestra madre y nos proporciona una energía receptiva, creativa, imaginativa, seductora, receptiva. Se caracteriza por ser una energía de calma, de cohesión, de propiciar diálogo para estar en armonía y en paz. Está relacionada con la intuición, lo espiritual, lo que escapa del mundo físico. Es gestar, atraer, inspirar todo aquello que sentimos en nuestro interior.