La autoestima es lo que sentimos de forma muy profunda hacia nosotros mismos, por eso no nos podemos engañar a nosotros mismos de cómo nos sentimos, aunque muchas veces no queramos conectar con lo que hay en nuestro interior. Y cuando no queremos conectar nuestro cuerpo habla y nos expresa cómo se siente.
La autoestima es una experiencia interna dentro del núcleo de nuestro ser. Es lo que pienso y siento sobre mí mismo, no lo que otras personas piensan de mí.
Por lo tanto, la relación con uno mismo es la relación más importante que tenemos que atender, porque a partir del modo en que nos sentimos con respecto a nosotros mismos determinará cómo me relaciono con los demás y condicionará cómo de satisfactoria es la vida que vivimos.
Condiciona como funcionamos en el trabajo, cómo me relaciono en el amor y en el sexo, como respondemos como padres y las posibilidades de tener éxito en la vida en todos sus ámbitos. Todas nuestras respuestas están condicionadas por la idea que tenemos de nosotros mismos.
Tal como dice Braden, “los dramas de nuestra vida son los reflejos de la visión íntima que poseemos de nosotros mismos, por lo tanto, la autoestima es la clave del éxito o del fracaso”.
Para comprender esta relación con uno mismo debemos viajar a nuestra infancia y ver la relación que tuvimos con nuestros padres, educadores, familiares, sociedad… porque estos condicionaron nuestra forma de pensar y actuar, y con eso forjamos una identidad a partir de la cual interactuamos con el mundo.
Si estás aquí es porque en algún momento te has planteado si tienes una buena autoestima. O por otra parte, estás buscando fortalecer aún más tu autoestima. Braden también comenta que aparte de problemas de origen biológico, “no conozco una sola dificultad psicológica que no sea atribuible a una autoestima deficiente”.
Pero, ¿qué es exactamente la autoestima?
La autoestima tiene dos componentes importantes, por una parte hay un sentimiento de capacidad personal que es la confianza y por otro lado un sentimiento de valía que se enlaza con el respeto por uno mismo. Habla de la habilidad de enfrentarse a desafíos de la vida y del derecho a ser feliz, respetándose las necesidades y los intereses. La autoestima es la columna vertebral de nuestra vida.
La autoestima es la base para una buena confianza en uno mismo, y según cómo tengamos esta valoración interna tendremos más o menos capacidades para disfrutar y vivir una vida plena. Si no nos valoramos lo suficiente la inseguridad y la desconfianza aparecen con facilidad, dificultando la autenticidad y saboteándote propósitos existentes en nuestro interior. Aquí aparece un diálogo interior crítico, dónde nos juzgamos y nos rechazamos. Esto nos produce un gran dolor y condiciona que nuestra desconexión sea cada vez más profunda.
El saco de la autoestima estará roto hasta que aprendamos a valorarnos y dejemos salir la mejor versión de nuestro interior, nuestro SER auténtico. Y con esa valoración positiva de uno mismo aparece una autopercepción coherente y amorosa que cambia las imágenes interiores que tenemos de nuestro interior. Y esos cambios permiten que nuestras acciones sean diferentes condicionando unos resultados más harmónicos, sanos y felices.
La autoestima es como un músculo. Ya decíamos que nacimos con una buena autoestima y una buena confianza. Y si la perdimos por el camino, quiere decir que la podemos volver a recuperar. Por eso hablamos de la autoestima como un músculo, y por lo tanto, cuanto más practiquemos ejercicios de autoestima, más valiosos nos vamos a sentir.
Y en ese camino aprendemos que nuestra autoestima se genera en nuestro interior y que ya no depende de la mirada de los otros. Porque si nuestro interior no está lleno de amor hacía nosotros, nada de lo exterior nos lo puede llenar.
Cuando tenemos poca autoestima solemos decir que “si las cosas fueran diferentes, yo sería más feliz”. Pero con ese pensamiento ponemos el poder fuera de nosotros y son los otros quienes determinan nuestra felicidad y nuestro sentirnos bien.
Por eso es prioritario recuperar nuestro poder interior, tener una autoestima sana y una autopercepción valiosa de nosotros mismos, para poder vivir una vida plena y con ilusión. El hecho de cultivar la autoestima es un tema que nos interesa a todos.
¿Quieres ser una persona que se sienta confiada para la vida, capaz y valiosa para enfrentar los desafíos de la vida, ser más creativa, más feliz, tener más relaciones enriquecedoras, y ser más ambiciosa en el plano emocional, creativo, relacional y espiritual?
Esta es la actitud revolucionaria que necesita tu mundo interior y el mundo exterior de hoy.